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En los deportes de equipo en los que ambos rivales comparten un espacio común alternándose la posesión de la pelota ocurren un gran número de acciones de cambio de dirección (COD), produciéndose muchas de estas se realizan de forma repentina e inesperada, e incluso a alta intensidad. Entenderemos por COD la acción en la que el deportista utiliza las habilidades motrices necesarias para desacelerar su cuerpo, que ya está en movimiento, y reacelerarlo de nuevo en una nueva trayectoria de desplazamiento. Esta es una característica de los deportes de equipo que ha motivado a que los preparadores físicos dediquen tiempo a entrenar estas acciones durante sus sesiones de entrenamiento, al considerarse que un COD rápido, eficiente y seguro es un factor determinante del rendimiento deportivo.
Por estos motivos, el análisis de esta acción ha sido estudiado en la literatura científica, aunque su valoración es altamente compleja, ya que el COD como acción motriz se compone de muchos elementos y este se puede analizar desde diferentes perspectivas, teniendo en cuenta que todo ocurre en un lapso de tiempo breve y a gran velocidad. Este escenario específico pone de relieve la necesidad de conocer y comprender los factores biomecánicos que lo configuran si se quiere mejorar la capacidad de los deportistas de ejecutar acciones de alta intensidad para mejorar el rendimiento deportivo y hacerlo de una forma segura para minimizar el riesgo de lesión.
Para un adecuado análisis del COD es necesario en primer lugar tener en cuenta los factores biomecánicos y neuromusculares que están involucrados en su adecuada realización y determinan la capacidad de realizarlo de forma eficiente. Por otro lado, evaluar el COD Speed, que es la capacidad de realizar un cambio de dirección pre-planificado (sin toma de decisión) con un alto componente de carrera y velocidad lineal. A lo largo de esta publicación describiremos los principales factores del COD y la manera de evaluarlo para posteriormente generar propuestas de entrenamiento eficientes.
Para poder entender los factores biomecánicos que van a determinar el rendimiento en el COD se debe conocer que existen tres fases La primera fase, denominada como Entrada, abarcará todas las acciones previas con las que el deportista llega a la fase de Plant, momento en el que se contacta con el suelo para realizar el COD. La duración e intensidad de esta fase dependerá en gran medida de la velocidad de desplazamiento de la fase de entrada y del ángulo del COD [6]. Tras este momento ocurrirá la Salida, la última fase tras el frenado e inicio de la reaceleración en el COD.
Figura 1. Curva fuerza-tiempo de la fase de Plant durante un COD de 45º. La línea vertical de puntos representa el cambio de fase de frenada a aceleración por el cambio de fuerzas (en línea discontinua) anteriores y posteriores. Extraída de Turner & Comfort (2017) [1].
La rotación del tronco o inclinación lateral del tronco en la dirección deseada de salida suponen mejoras en el tiempo del cambio de dirección del Side-Step, así como una estrategia biomecánica apropiada para la reducción de riesgo de lesión de LCA. Mayores rotaciones de tronco correlacionaron [7] positivamente con más potencia generada por los flexores plantares.
No se encontraron factores biomecánicos de la cadera concretos que influyeran en el rendimiento del cambio de dirección. Al contrario que en el riesgo de lesión en el COD donde sí debemos evitar posiciones que aumenten el riesgo de lesión, como el caso de la rotación interna. Como única condición (para el rendimiento) se busca una posición de la cadera que no afecte negativamente a la producción de fuerza desde esta articulación. Para ello, debemos buscar una posición que favorezca biomecánicamente la extensión de cadera, sin demasiada flexión previa, ni demasiada extensión que impida una buena aplicación de fuerza.
Al igual que en el caso de la cadera, no se encontraron factores biomecánicos concretos a nivel de la articulación de la rodilla en los diferentes planos que favoreciesen una mejora significativa del rendimiento. Sin embargo, sí que se encontraron estrategias que no disminuían el rendimiento, las cuales sí reducían el riesgo de lesión del LCA durante un COD, como la acción de buscar disminuir la abducción de la rodilla durante la ejecución (Figura 2).
Imagen 2. Valgo dinámico de rodilla.
A nivel de la articulación del tobillo, encontramos que una entrada a la fase de Plant con el antepié, supone una mayor alineación de la rodilla en el plano frontal, lo que, al reducir el momento de abducción de la rodilla, supone una ventaja en el rendimiento al incrementar el momento de flexión plantar, y una ventaja desde el punto de vista de reducción de riesgo de lesión.
Como técnica general, frente al Side-Step, también encontramos el Split-Step, en el cual el deportista realizaría un pequeño “salto” previo al COD, del cual caería sobre dos piernas, para acto seguido utilizar principalmente la pierna opuesta al lado donde quiere ir para realizar el COD. Se observó que esta técnica fue efectiva para repartir los momentos de fuerza entre ambas piernas y suponía un mayor tiempo de preparación de movimiento. Debido a este tiempo, esta técnica podría ser interesante en casos concretos y en deportistas concretos, en términos de valorar el rendimiento del COD.